El pasado lunes 17 de agosto, el gobierno de Estados Unidos aprobó un plan para abrir el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico, en Alaska, a la exploración y explotación gasística y petrolera, esta medida podría conducir a la adjudicación de concesiones antes de fin de año en todo el refugio de vida silvestre, que cubre 631.800 hectáreas; por lo que grupos medioambientales describieron esta decisión como un ataque a la población indígena, a la flora y a la fauna de la región.

El Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico es uno de los hábitats de vida silvestre más importantes del mundo donde habitan 36 especies de peces, 36 mamíferos terrestres, nueve mamíferos marinos y más de 160 especies de aves migratorias y residentes que llegan desde cuatro continentes a reproducirse, descansar o alimentarse; además es la zona de osos polares más importante del país y tiene al segundo rebaño más grande de caribúes de Grant, formado por 130.000 animales.

 

El día de ayer varios grupos ecologistas iniciaron una demanda judicial para bloquear una orden del presidente Donald Trump, que permite la concesión de licencias para explotación petrolera en el refugio nacional de vida silvestre del Ártico, en Alaska. La demanda fue presentada por la Sociedad Nacional Audubon, el Centro para la Diversidad Biológica, el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales y Earth Justice por considerar un daño irreparable a la vida silvestre, la tundra y el clima de la región; además de la afectación a la tribu de Los Gwich’in quienes veneran la llanura costera del Refugio Ártico como un lugar sagrado que les proporciona puercoespines y caribúes, animales que son esenciales para la alimentación y la tradición cultural en sus aldeas.

Aunque el Congreso designó en 1980 la franja costera de la reserva, en el nordeste de Alaska, para posibles explotaciones petroleras, el Refugio del Ártico ha sido territorio vedado para las perforaciones a pesar de los esfuerzos de cuatro décadas de los republicanos por abrirlos a las empresas petroleras. La querella pide al tribunal federal bloquear el programa de licitaciones por ignorar las leyes federales de Política Ambiental Nacional (NEPA), de Especies en Peligro de Extinción, la de Administración Nacional de Refugios de Vida Silvestre y la Ley de Conservación de Tierras de Interés Nacional de Alaska (ANILCA).

 

En el último año, cinco de los seis grandes bancos de Estados Unidos -Goldman Sachs, Wells Fargo, Chase, Citi y Morgan Stanley- han reconocido que las explotaciones en el Ártico son una mala inversión y se unieron a más de 20 instituciones financieras de todo el mundo en actualizar sus políticas inversionistas para excluir la financiación de perforaciones en esa región, incluyendo el Refugio del Ártico.

 

Fuente: https://www.efeverde.com/noticias/demanda-explotacion-petrolera-alaska/

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