Los combustibles fósiles generados por plantas de energía, fábricas y escapes de automóviles, dejaron de ser la mayor fuente humana de azufre para el medio ambiente. Un nuevo estudio publicado en la revista ‘Nature Geoscience’ muestra que el uso de fertilizantes y pesticidas en las tierras de cultivo son ahora la fuente más importante de azufre para el medio ambiente.
Este nuevo análisis muestra que en las tierras de cultivo de Estados Unidos y otros países las aplicaciones de azufre a través de fertilizantes son diez veces mas altas que la carga máxima en una lluvia ácida. “Nadie ha analizado de manera integral las consecuencias ambientales y para la salud humana de estas adiciones”, reconoce Eve-Lyn Hinckley, autora principal de este estudio y profesora asistente de estudios ambientales en la Universidad de Colorado, en Estados Unidos.
La lluvia ácida es aquella que contiene precipitaciones contaminadas con ácidos nítricos o sulfúrico producto de la contaminación atmosférica de cantidades de gases de efecto invernadero, que se mezclan con el agua. Las principales consecuencias de la lluvia ácida es el impacto negativo que produce en los ecosistemas y hábitats, la biodiversidad, recursos naturales, infraestructuras urbanas, la salud humana y de los seres vivos.
El azufre es un nutriente importante para las plantas que existe principalmente en formas geológicas estables y se introduce en los sistemas de aire, tierra y agua. Sin embargo, menciona Hinckley “Existe la oportunidad de unir la ciencia y la práctica para crear soluciones viables que protejan los objetivos ambientales, económicos y de salud humana a largo plazo”. Esta investigación debe buscar no solo documentar los efectos ambientales y sobre la salud humana, sino también colaborar con los agricultores para investigar cómo optimizar el uso de azufre, para combatir este problema ambiental.